"Necesitamos el flequillo rubio de Robert Redford, un mechón de luz capaz
de sacudirse bajo el aire encendido. Recuerdo la película El candidato,
pienso en Bill McKay y me pregunto si no hay por ahí algún profesional
joven, con todo ese equilibrio tan difícil de magnetismo, discurso y
compasión, dispuesto a proyectarse sobre la ciudadanía más incrédula de
las últimas tres décadas y ofrecer un mensaje de esperanza y piedad. Ese
nuevo candidato del Partido Socialista no tendría que dirigirse
únicamente a su masa votante: también hacia el resto de la población,
que contempla cómo el partido gobernante va desmantelando, de manera
concisa y paulatina, el Estado del bienestar, entendido como un Estado
Social y de Derecho, dentro de una Constitución que se reclama cuando
conviene, pero que es postergada a los estudios universitarios (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.
(Publicado en El País)
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