martes, 14 de enero de 2014

Crítica de Sonia Fides


"Dice el poeta y la súplica se cumple. Y nos hace habitar, Azaústre en un lago extenso en el que la luz y la oscuridad reparten entradas y fracturan en dos las intenciones de quien se sienta a leer. En este libro hay versos rápidos que magullan la carne y otros tan lentos que simulan el efecto de una tarde tumbados sobre la dura espalda de un fumadero de opio. Ensoñación y realidad, confesiones y deseos: “Dame en toda la cruz del vivir cotidiano”. Tradición poética y ruptura total (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.