jueves, 21 de noviembre de 2013

Recuperar la política, o la historia de una camarera



"Hace veinte años, vivías atrapado en el gris, otro tiempo otro color”, cantaba Ismael Serrano quizá no hace veinte años, pero casi. Se refería, en esa canción tan legendaria escrita a cuatro manos con su hermano Daniel, a la generación de sus padres –o sea: a la gente que era joven, más o menos, hace ahora mismo cuarenta años- a cómo se habían ido acostumbrando a sobrevivir a la realidad con el recuerdo de lo que sucedió, todos los ideales que pudieron poner el mundo en espiral hacia su mejor vértigo naciente, y se quedó en la tierra de nadie del relato inconcluso. Alguna vez he escuchado al propio Ismael, o se lo he leído en alguna parte, que esa generación, al menos, ha tenido una historia que contar. Quizá la nuestra, de los que ahora mismo andamos entre los treinta y tantos y los cuarenta y pocos, nos hemos mirado demasiado en los días pasados, en la añoranza del sueño que vivimos en algunas canciones, en los libros, en esa sensación que había en los setenta, cuando parecía que se podían cambiar las cosas antes de que llegaran los ochenta, con su fiesta continua, con su enajenación. (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.

(Publicado en Diario Abierto)

lunes, 18 de noviembre de 2013

Si no lo miras, no lo ves



"En medio de todo esto, muere asesinada una mujer. Muy lejos de las playas de Muxía, donde aún seguía latiendo el cadáver marino hace dos años, muere asesinada una mujer en Málaga. Es la víctima número 44 en 2013, un año más de terrorismo contra las mujeres, licuado tibiamente entre los frentes de la información. A través de la madeja enfebrecida de los titulares sucesivos, del malestar de la comunidad científica por una sentencia absolutoria que lanza un mensaje denigrante a la comunidad internacional de absoluta impunidad para el destrozo del medioambiente, muere asesinada una mujer (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.

(Publicado en El País)

viernes, 15 de noviembre de 2013

"Técnicas de iluminación", de Eloy Tizón


"Asomarse a las aguas esmeraldas y turbias, de intacta placidez, puede deparar la sorpresa inquietante del fondo. Es lo que sucede con la narrativa de Eloy Tizón, que acaba de publicar Técnicas de iluminación, un libro de relatos que sitúa en su lugar Velocidad de los jardines, el título tan celebrado de un autor que ha hecho de la poesía narrativa, o de la sorpresa cotidiana colgante del asombro más sutil, toda una poética ética y estética. Así, ya podemos decir que Técnicas de iluminación, publicado por Páginas de Espuma, es el más logrado de los libros de relatos de Tizón, como seguramente Labia es su mejor novela, y que Velocidad de los jardines se reubica, en nuestra estantería personal, como un gran libro de un joven autor que refrendaba lo que podría ser. Digamos que lo que Velocidad de los jardines podía dejar entrever, más allá de su excelencia inmediata, ahora se confirma en este libro, cargado de sentido y de ambición en una prosa tersa, lírica en la imagen sostenida, por ejemplo, en Fotosíntesis, el relato que abre el libro, más tupido de densidad poética que muchos de los libros de poesía que se publican hoy; pero también en el resto, con una indagación desolada en los mimbres del devenir, que tras su aparente normalidad nos descubre otra atmósfera (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.

(Publicado en Diario Abierto)

Andaluces de Cataluña



"¿Dónde están los andaluces de Cataluña? ¿Están asimilados? ¿Están atrincherados? ¿Esperan la ocasión de poder contemplarse y levantar un discurso propio? Seguramente la asimilación es consecuencia de un deseo de integración, algo así como la fe del converso, reconvertida en nueva identidad nacional: el último en llegar es el más entusiasta, porque necesita reafirmar su pertenencia pública, sostenida por un convencimiento privado que tiene algo de propia impostación (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.

(Publicado en El País)

jueves, 14 de noviembre de 2013

Otro PSOE es posible



"Tengo la sensación de que el PSOE está perdiendo la batalla de la modernidad. Del aquí y del ahora, en su versión más limpia del futuro. De la calle y su grito, de su fiebre en la letra menuda de las lamentaciones, de cualquier esperanza convertida en discurso para poder medir nuestra temperatura ética del mundo. Como si estuviera en otra cosa, pero no el la voz inmediata de la reclamación. No me refiero únicamente a la oposición, sino a la propia respuesta del partido ante la crisis de valores que afecta directamente a la credibilidad de nuestro sistema de representación (...)". Para seguir leyendo, pulsa aquí.

(Publicado en Diario Abierto)