LAS OLLERÍAS
Aún es pronto para volver a casa:
me han curvado la espalda los enanos
que he venido cargando desde siempre,
los que duermen la siesta en mis bolsillos
para ralentizar mi digestión.
Aún es pronto para volver a casa,
aunque pisé los límites.
Pensé que nadie me podría reconocer.
Escuché los ladridos, temí el polvo naranja.
Recordé la alcancía oculta bajo el mueble.
¿Qué ha sido del nervio, el escondite
bajo un muslo de reina y el metal de unas manos?
Ahora los disfraces son de piel
y miro la avenida desde lejos, ya muy lejos
del sol y de los otros,
que alguna vez volaron para aplacar mi fiebre.
Sé lo que estás pensando: aún es pronto,
y casi no he cumplido mis pactos con la vida.
Es muy pronto aún, pero qué esperas,
si tu voz se me clava en los tobillos
y me amansa la angustia, el temor de un insomnio.
Dentro, en mí, habitas aún la casa.
Otros vinieron antes, y ya la vaciaron
de ti, de tus vestidos, de tus plantas vivaces
a las que siempre hablabas de mí, entre otras cosas.
Perteneciente a Las Ollerías (Visor, 2011)
Precioso poema, Joaquín, me ha gustado mucho. ¡¡Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge... Otro abrazo grande!!
ResponderEliminarPasaremos bajo la Torre de la Malmuerta, franquearemos las Puertas del Rincón y de Colodro para seguir tus huellas de poeta, Ollerías arriba, en este tiempo de disfraces -que ahora son de piel-
ResponderEliminarpara esperar tu vuelta a Itaca, aunque sea pronto aún; porque alguno de tus pactos con la vida ya se han cumplido: la grandeza de escribir poemas como este.
Un abrazo (et bon voyage!)
"Recordé la alcancía oculta bajo el mueble"
ResponderEliminarQué hermoso verso-recuerdo-imagen...
Besos
¿Nuevo libro?. Pues tiene que ser un placer escuchar este poema recitado por su autor.
ResponderEliminarEs un hermoso poema, que hoy no voy a comentar. Dejo que sea el autor el que nos deleite. Un placer para los sentidos.
¡Gracias!.
Salud.
Carmen.
Este poema es exactamente el que me habría encantado ser capaz de escribir hace 20 años...
ResponderEliminarMenos mal que te tenemos...
Besos, querido amigo.
Miguel, qué hermoso tu paseo por nuestra Córdoba. Lo leo emocionado en la distancia; Eva, ¡qué alegría tenerte por aquí! Andante, ¿nos vemos el miércoles? Y Elvira... ¿A ti que voy a decirte, si eres la luz del viernes vestida de sorpresa?
ResponderEliminarBesos y abrazos!